EN VELA
Servicio Funerario
para bebés

prensa
En Vela es una funeraria católica para bebes fallecidos en fase gestaciónal, en la que a través de sencillos gestos, llenos de un profundo sentido, os ayudamos a entregar a tu hijo, a tu hija, en las manos del Padre.
En este momento, en el que se desvela parte del misterio del salto al cielo de vuestro hijo, desearíamos ayudaros a vivirlo en familia, junto a la oración de toda la Iglesia.

El Debate 18 octubre de 2022
Los restos de bebés nacidos sin vida descansarán en una sepultura en Madrid
En medio del dolor por la muerte de un hijo antes de nacer, como María José, muchos padres no saben cómo recuperar su cuerpo y darle sepultura. Una funeraria pequeña facilita las gestiones y los acompaña espiritualmente.«La Iglesia, como madre, acompaña a estas familias en la peregrinación que supone dejar a sus hijos en manos del Padre», ha señalado la fundadora de la iniciativa Helena Acín.

Europa Press 17 octubre de 2022
Una sepultura en un cementerio de Madrid acoge los restos de bebés nacidos sin vida
Una sepultura en un cementerio de Madrid acoge los restos de bebés nacidos sin vida.
El vicario general de la archidiócesis de Madrid, Avelino Revilla, ha presidido este pasado fin de semana la bendición de una sepultura en el cementerio Sacramental San Lorenzo y San José, en Madrid, para bebés nacidos sin vida o fallecidos al poco tiempo de nacer. La iniciativa ha sido puesta en marcha por la funeraria católica María Puerta del Paraíso, que nació en marzo de 2019 con el fin de acompañar a las familias tras la muerte de un adulto.

Alfa y Omega 13 octubre de 2022
El ataúd de María José cabe en la palma de la mano

Revista Misión 12 septiembre de 2022
“Los hospitales no entienden que quieras dar sepultura al cuerpo de un bebé no nacido”
Antonio está casado con Isabel y los dos tienen 26 años. La muerte de sus hijos no nacidos, Ángel y Jesús, les tocó vivirla muy pronto. Solo un par de meses después de volver de la luna de miel.
Para Isabel y Antonio Sastre enterarse de que estaban esperando gemelos fue una alegría muy grande, pero pronto las cosas empezaron a torcerse. En una de las ecografías les contaron que uno de los bebés estaba muerto y que el otro era muy probable que no sobreviviera mucho tiempo más. “Al primero lo perdimos a los tres meses de gestación y el segundo murió a los cuatro.